domingo, 3 de abril de 2016

YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE REMEDIOS

VISITA A LA NECRÓPOLIS VISIGODA DE REMEDIOS
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE REMEDIOS
 Aprovecho esta ocasión para dar a conocer una de las necrópolis visigodas más desconocidas de nuestro ámbito, situada en la Comunidad de Madrid, concretamente en el ámbito geográfico de Colmenar Viejo, al norte de la provincia. 
  Esta necrópolis es conocida como el Yacimiento Arqueológico de Remedios, denominación otorgada debido a la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de Colmenar Viejo, lugar de culto tradicional y centro simbólico para los colmenareños. 
    En cuanto al marco histórico de este lugar es necesario resaltar que se trata de una necrópolis de inhumación de época visigoda (siglos VI y VII), descubierta en 1969 con motivo de una reforma de la ermita. Podría considerarse que se trata de la necrópolis correspondiente a núcleos rurales cercanos, situada en una cota más elevada y relacionada con un edificio de culto en torno al que se situarían los enterramientos. Este edificio estaría en el lugar que ocupa la actual ermita, bajo la cual es visible un enterramiento excavado en la roca. 


YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE REMEDIOS


La tipología de las tumbas es la generalizada en este tipo de necrópolis: de cista y excavadas en la roca, con algunos elementos de ajuar comunes en los siglos VI y VII y que adoptan un nuevo significado simbólico en la comunidad cristiana. Nos encontramos, por tanto, ante un grupo de población cristiano de carácter rural que conoció un fuerte impulso religioso en el siglo VII aunque la cristianización en esta zona contaba ya con una larga trayectoria, como demuestra la proximidad de los obispados de Segovia y Complutum. 
Hay que destacar el evidente carácter sagrado desde épocas remotas pues aquí se han ido superponiendo elementos y rituales de culto desde época visigoda hasta la actualidad. A partir del último tercio del siglo XVII este conjunto se convierte en un lugar emblemático, compartiendo un nuevo culto al alcanzar protagonismo la devoción de Nuestra Señora de los Remedios, que se convertiría en la patrona de la ermita y de la localidad.
Las sepulturas de cista forman un conjunto de ocho tumbas en las que se puede apreciar pequeños espacios para deambular por el recinto funerario. De planta trapezoidal, aprovechan la roca como base, levantando sus alzados con piedras y mampostería irregular, presentando, en ocasiones, enlucido de cal mientras que para la cubierta se colocaron de una a tres losas horizontales. 
Por otra parte, en cuanto al grupo humano encontrado, debemos destacar la presencia de un mínimo de once individuos (dos jóvenes y el resto adultos). La acidez del terreno unida a las plantaciones vegetales modernas ha dificultado el estudio de los restos humanos (se han identificado tres hombres y una mujer). 
Finalmente, destacaremos el ritual funerario basado en la inhumación, práctica generalizada en la Península a partir del siglo III. Los cuerpos se depositaron envueltos en un sudario o directamente en las tumbas. Generalmente en las sepulturas se inhumaron dos individuos, aunque en una de ellas se encontraron tres, lo que puede indicar la existencia de un panteón familiar. El ajuar funerario consistía en una jarrita, introducida con un claro carácter simbólico, complementándose, en ocasiones, con objetos de adorno personal.  


María Álvarez Gómez
3 Abril 2016



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