El pueblo Qin creía que las personas
tenían las mismas necesidades en la otra vida, de manera que, cuando alguien moría,
tenía que ser enterrado con objetos similares a los que utilizaba en vida. El
primer Emperador de la dinastía Qin dedico más de treinta años a la
construcción de su mausoleo y de las fosas donde se iban a enterrar los objetos
para su otra vida, entre ellos, el ejército de terracota. Éste muestra el
absoluto dominio de la tecnología y la capacidad de planificación de la
dinastía Qin.
El ejercito de terracota está
compuesto por más de 8000 guerreros y caballos de tamaño natural realizados
hace 2.200 años y hallados en tres fosas a 1,5 km al oeste del mausoleo del
Primer Emperador de la dinastía Qin, cerca de la actual Xi´an, en la provincia
de Shaanxi, donde se unen la arqueología y el coleccionismo.
En el año 1974, al excavar un pozo,
unos aldeanos del condado de Lintong, en la provincia de Shaanxi, encontraron
fragmentos de terracota. Informaron a los arqueólogos locales y en las
excavaciones se encontraron en una inmensa fosa, cuyas medidas eran de 230
metros de longitud y 62 metros de anchura: guerreros y caballos de terracota,
carros de madera y miles de armas de bronce, incluidas flechas, arcos, espadas,
alabardas y puntas de lanza y flechas.
De hecho las tres fosas juntas imitan
un ejército de la dinastía Qin formidable: los más de 6000 soldados de infantería,
116 soldados de caballería y más de 50 carros de la fosa 1 forman un inmenso
cuerpo preparado para la batalla, flanqueados por las divisiones derecha e
izquierda y protegidos por la retaguardia; cada división está al mando de un
oficial de un rango más alto.
En la fosa 2 hay cuatro cuerpos: el
primero está formado por 120 arqueros y el segundo por 64 carros, cada uno
compuesto de cuatro caballos y tres guerreros; el tercero por 19 carros con
cuatro caballos y tres guerreros en cada uno, así como 264 soldados de
infantería, y el cuarto está formado por seis carros y 108 soldados de caballería.
La fosa 3 tiene un carro en el centro
con cuatro guerreros y cuatro caballos, y está flanqueado por dos hileras de 64
soldados de infantería armados. Cerca se encontraron marcos de puertas y
tiradores de bronce, lo que indica que debió de existir algún tipo de
estructura para resguardar tanto al carro como a sus guerreros, de manera que,
probablemente, podría simbolizar el cuartel general del ejército.
Aparentemente, el ejercito de
terracota imita la poderosa y eficaz maquinaria de guerra del primer emperador
de la dinastía Qin, que con sus campañas militares logro unificar China. Además,
las miles de armas de bronce halladas en las tres fosas muestran la avanzada
tecnología militar de la época. Cuando fueron descubiertas, las armas
fabricadas en bronce todavía brillaban después de haber permanecido enterradas más
de dos mil años. Los análisis científicos revelaron que estaban recubiertas de
una capa de oxido de cromo para evitar que se oxidasen.
Las esculturas de los guerreros y de
los caballos presentan un estilo artístico realista. No hay un solo guerrero en
todo el ejército igual a otro, cada uno tiene una expresión facial, un gesto,
un peinado y un uniforme personalizado. Muchos guerreros originalmente estaban
laqueados y pintados, aunque tras las excavaciones las decoraciones se
deterioraron. Los caballos también son de tamaño natural y muy realistas, algunas
detalladas sillas y cabestros de terracota.
El ejercito de terracota y otras fosas
de enterramiento, así como el mausoleo del Emperador de la dinastía Qin, fueron
declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
BIBLIOGRAFIA
Cervera, Isabel, El Arte Chino, Historia 16, Madrid, 1989
Ciarla, Roberto, Guerreros de Terracota: El Ejercito Eterno del
Primer Emperador Chino, Libsa, Madrid, 2006
VV.AA., Los Yacimientos arqueológicos y los tesoros culturales más
importantes del mundo, Blume, Barcelona, 2009
Clements, Jonathan, El Primer Emperador de China, Critica,
Barcelona, 2011
Andrés Molina López
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