domingo, 24 de abril de 2016

CORONA DE RECESVINTO



Tesoro de Guarrazar. MAN

La corona de Recesvinto forma parte del Tesoro de Guarrazar, ubicado en la colección del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Esta pieza es considerada como uno de los mejores ejemplos dentro del arte de las artes suntuarias visigodas (siglos V-VII), ofrecida por el propio rey Recesvinto en la segunda mitad del siglo VII. De igual forma, en esta pieza podemos observar cómo se hereda la función de mostrar la riqueza pues estaría colgada como ofrenda a la divinidad en torno a los altares o a su alrededor.

La Corona de Recesvinto la podemos relacionar con la peregrinación y el monacato en base a dos aspectos representativos: por una parte, las coronas votivas pueden ser objetos donados por reyes a distintas iglesias de Toledo; por otra parte, esta corona forma parte del Tesoro de Guarrazar, descubierto en el siglo XIX y años más tarde, ya en el siglo XX, se realizó una excavación sistemática en la que se encontró una estructura monasterial. Asimismo, con el Tesoro de Guarrazar se encontró la Corona del Rey Suintila, custodiada en el Palacio Real hasta 1929.

 
Corona de Recesvinto. MAN
La Corona de Recesvinto es obra del taller real de la Corte de Toledo. Tiene una frase: Recesvinto Rexofere (falta la primera R que está custodiada en uno de los museos de París). Su inscripción dedicatoria testimonia la estrecha conexión entre la Iglesia y el poder real. 


Corona de Recesvinto (detalle). MAN

La corona está formada por una diadema de doble chapa de oro en forma de dos semicírculos articulados por charnelas. La parte interior es lisa y la exterior trabajada en repujado y calada con una decoración de pequeñas hojas con incrustaciones de granates, perdidos casi en su totalidad. Asimismo, encontramos grandes zafiros y perlas formando una red que cubren la diadema. De igual modo, destacan los eslabones de la cadena que se reúnen en la base de una doble azucena, coronada por un pequeño capitel de cristal de roca. De este eje pende en la actualidad una cadena con la cruz de estructura calada.

Por otra parte, en la zona inferior de la diadema, penden las letras que componen la dedicación real. La orfebrería colorista se muestra aquí al combinar el amarillo del oro con el azul de los zafiros, el rojo de los granates y el blanco de las perlas. 


BIBLIOGRAFÍA
HORNILLOS VALLEJO, V., El castillo de Guardamur: el Tesoro de Guarrazar, Toledo, Editorial Católica Toledana, 1954. 
     ORLANDIS, J., Historia del Reino Visigodo, Madrid, Rialp, 1988.
PEREA, A., El tesoro visigodo de Guarrazar, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001.


María Álvarez Gómez
24 abril 2016 
 

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