domingo, 20 de marzo de 2016

PIEZA DE LA SEMANA

EL BOTE DE ZAMORA
MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL
Bote de Zamora (MAN)
 El Bote de Zamora es una pieza eboraria extraordinaria datada en el año 964.

Para lograr un acercamiento completo a la obra dedicaremos especial atención al contexto histórico de la pieza así como al análisis de la obra en sí misma.
En cuanto al contexto histórico, conocemos el origen de la historia de la pieza pero no el transcurso de la misma desde su creación hasta la llegada del bote a la Catedral de Zamora, donde obtuvo la catalogación de relicario.
A principios del siglo XX Manuel Gómez Moreno es el primer estudioso que tiene constancia de esta pieza. Aproximadamente en 1920 el Cabildo de Zamora lo intenta vender pero Gómez Moreno interviene junto con un noble y gracias a las Cortes Españolas el Estado compra el Bote de Zamora y pasa a pertenecer al Museo Arqueológico. El propio Bote contiene los suficientes detalles como para poder tener conocimiento sobre su historia, muchos de los datos de los que se tiene constancia es gracias a las decoraciones que posee. Esto ocurre con muchas piezas del Patrimonio Español como con la obra del Matrimonio Arnolfini.
En el año 964 Al-Hakam II manda realizar esta pieza como regalo a su esposa/concubina Subh por el nacimiento de su hijo Abd al-Rahman de forma que se conmemora el nacimiento de su primer heredero y sucesor y continuador de la Dinastía Omeya. Subh era considerada “Madre de Reyes” lo que corrobora el papel protagonista de la Reina por su personalidad y por ser la madre del sucesor adquiere protagonismo, sobre todo al final de la vida de Al-Hakam II y con Hixem I (el segundo hijo de Al-Hakam II y Subh) hasta el reinado de Almanzor.
En cuanto al análisis del Bote de Zamora, en él se encuentran aspectos concretos histórico-artísticos. En él se reconocen aspectos típicos: el herraje es de plata lineada; la tapa está coronada con un fruto que puede aludir a representaciones naturales pero con la abstracción es difícil identificarlo (se puede asemejar a una media naranja) aunque posee una decoración de arcos por lo que se piensa que se puede inspirar en espacios centralizados cubiertos por cúpulas. 
La decoración es profusa, de ataurique, vegetal, geométrica, epigráfica y de animales. Dentro de la decoración destaca la talla del marfil por la precisión de la labra y la variedad de todos los elementos debido a que está hecho sobre un mínimo grosor de forma que el fondo del marfil es prácticamente trasparente. Con todo ello, el bote provoca una sensación de fragilidad.
Hay que tener en cuenta que los marfiles de los califas y los taifas son de los más excepcionales. Solo se pueden comparar con los realizados en el siglo XII.

A continuación os añado un enlace del Museo Arqueológico Nacional donde se puede ver el Bote de Zamora en 3D. 

http://www.man.es/man/coleccion/catalogo-cronologico/edad-media/bote-zamora.html

 
BIBLIOGRAFÍA
HERAS HERNÁNDEZ, D., Catálogo artistico-monumental y arqueológico de la Diocesis de Zamora, Zamora, 1973.
SILVA SANTA-CRUZ, N, La eboraria andalusí: del Califato omeya a la Granada nazarí, Oxford, Archaeopress, British Archaeological Reports, 2013.
VALDÉS FERNÁNDEZ, M. (coord.), El legado de Al-Ándalus: el Arte Andalusí en los Reinos de León y Castilla durante la Edad Media. Valladolid, Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, 2007.
Nuevas instalaciones de artes suntuarias medievales y del renacimiento. Catálogo de exposicón. Museo Arqueológico Nacional, Madrid. 



María Álvarez Gómez
20 marzo 2016

lunes, 14 de marzo de 2016

Ven y dime como vives

Conocida por sus grandes obras de temática policíaca, Agatha Mary Clarissa Miller, más conocida como Agatha Christie, nació en Gran Bretaña el 15 de septiembre de 1890 y falleció apenas cuarenta años, el 12 de enero. Dedicó su vida, en su mayoría, a las letras, llegando a publicar un total de 66 novelas de temática policial, 6 de temática romántica, 2 autobiografías, dos libros de poesía y un libro infantil. Además, incluyó en su extensa biografía una serie de obras teatrales, como La Ratonera, e historias cortas. No obstante, destaca en estos momentos, por ser Ven y dime como vives la requerida para este trabajo, su época, poco conocida, que compartió entre Siria e Irak con su segundo marido Max Mallowan. Un período de una intensidad nunca antes vivida por la autora que recoge en algunas de sus obras de manera indirecta o directa, como es el caso de ésta.

Siendo una de las dos autobiografías, la obra, publicada en 1946, responde a las necesidades de dar explicación, casi a modo de diario, de sus trabajos arqueológicos junto a su marido en esos territorios. Una idea que plasmó en el plano debido a la incesante cantidad de veces que era preguntada por estas continuadas estancias. Ella misma lo recoge al principio del libro.

En cuanto al fundamento de la obra en sí, el habitual tratamiento de sus memorias se recoge sin ninguna frivolidad que provoque al lector la idea de estar leyendo una novela. No es el caso, y con insistencia lo trató ello. Por tanto, poco puede decirse en detrimento de ello, el objetivo queda cumplido. No obstante, para un servidor que conectó con esta historia años atrás de forma transversal y casi sin quererlo, llevaba consigo la idea de un cierto sentimiento ilusorio de encontrarse con una narración bonita, capaz de transportar al lector a un recorrido sin precedentes, a través de diferentes avatares, paisajes indescriptibles, etc. Más si cabe si se menciona el elocuente título elegido, Ven y dime como vives, precioso bajo una mirada cariñosa. Sin embargo, la sensación no fue tal. Bajo un lectura lineal, casi sin sobresaltos, se asiste a un desarrollo cargado de una cierta pesadez que solo era salvada por algunos episodios como el gato detectivesco a la caza del ratón, o el impetuoso chofer a en busca de cualquiera que se cruzase por su camino.



Marcos Manzano a 14 de marzo de 2016.

domingo, 13 de marzo de 2016

Ahora o Nunca




“El destino de Abu Simbel está ahora en la balanza. La Unesco ha lanzado un llamamiento de «ahora o nunca» a los 100 Estados Miembros que la componen, pidiéndoles contribuciones voluntarias para salvar a los dos templos colosales de Abu Simbel de una destrucción inevitable al quedar concluida la gran presa de Asuán e inundarlos, sepultándolos bajo sesenta metros de agua.”


Así comienza la publicación que la UNESO realiza en su revista El Correo. Una ventana abierta sobre el mundo en octubre de 1961 sobre la necesidad imperiosa de interceder en la salvaguarda de los templos de Ramses II y Nefertari. Hoy, dos años después de cumplirse medio siglo ya de dicha intervención, se trae a coalición para dar a conocer esta encomiable labor llevada a cabo. Muchas fueron las personas que se adentraron en esta aventura, casi 900, según pública El País en su noticia del 11 de abril de 2014, y de ellas, todavía hoy, quedan testimonios vivos de aquélla obra.


“El de Abu Simbel fue el trabajo más emocionante en el que he participado" Ragnar Fossgaard.


El templo.


El trabajo originario que conllevó la edificación de los templos perduró en el tiempo una veintena de años, aproximadamente. Levantado con el fin de reforzar la religión de los faraones, tras el declive de la civilización egipcio quedó en manos del más profundo abandono del tiempo. Sin embargo, unos 3000 años después, Johann Ludwig Burckhardt se lo encontró enterado casi en su totalidad. Inconveniente que no pudo ser solventado hasta que en 1817, Giovanni Belzoni, amigo de aquél, consiguiese excavar un pequeño acceso al templo. 



El Nilo.


De sobra es sabido ya como desde períodos muy remotos el desbordamiento del Nilo era un fenómeno que se repetía, en mayor o menor medida, anualmente. No obstante, lo impredecible de este hecho provocaba unas constantes pérdidas de cosechas por defecto de abundantes aguas y, por su contra, por el exceso de crecida que muchos años se producía. Ante esto, la medida que se decidió tomar fue la de la construcción de una prese que regulase todas estas inundaciones. Así, en 1899 se inicio una primera presa por parte de los británicos que pronto se mostró demasiado deficiente. Además, cuando en 1946 ralló el límite de su capacidad, se decidió que, en vez de volver a agrandarla como se hizo en 1912, se realizase otra segunda presa ocho kilómetros más arriba del rio, en Asuan. Ésta, además, mantenía la ventaja, junto con la de controlar las crecidas, de garantizar la energía eléctrica a gran parte del país. Sin embargo, tuvo una gran carencia que, por otro lado, no impidió su construcción. Resultado de esto, se formaría un gran lago, el Nasser, que ocultaría bajo sus aguas una importante cantidad de monumentos del antiguo Egipto, entre los que se encontraban los templos de Abu Simbel. 



La Unesco. 


Es ahora, por tanto, cuando la UNESCO tuvo que hacer su aparición para evitar la aparente inmovilidad de las naciones ante este grave problema. Entre las propuestas que finalmente se propusieron, destaca la realizada por William MacQuitty de mantener los monumentos en sus emplazamientos naturales y construir en de redor de ellos una presa que los salvaguardase del agua. Una idea muy bien acogida, ya que al fin y al cabo, era la que mejor se planteaba en términos de conservación. Sin embargo, la carrera contrarreloj a la que se enfrentaba acabó llevando a la necesaria conclusión de intentar salvar cuantos más templos mejor. Muestra de ello, y del agradecimiento egipcio al pueblo español por su colaboración, es la posesión del Templo de Debod.



Abu Simbel.


La suerte que corrieron los templos de Ramsés II se establecieron en junio de 1963, cuando se decidieron seccionar el monumento en grandes bloques para elevarlos, 65 metros en altura y 200 en profundidad, a una posición alejada del agua. Un año más tarde, comenzaron las obras de catalogación, desmontaje, restauración y colocación de cada pieza como si de un gigante puzle se tratase, hasta que en 1968 se completase la gran empresa.



Marcos Manzano a 13 de marzo de 2016.

viernes, 11 de marzo de 2016

GÉNESIS DE VIENA



Génesis de Viena. Escena de Rebeca y Eliezer.

El Génesis de Viena es un códice purpúreo datado en el siglo VI d.C. cuya producción está relacionada con el Imperio de Bizancio y con el emperador Justiniano. Este códice lo podemos encontrar como parte de la colección del museo de Viena (Österreichische Nationalbibliothek), aspecto que lo vincula directamente con nuestro objeto de estudio en base a obras relacionadas con el coleccionismo de antigüedades.

Los códices purpúreos tenían un gran valor ya que eran obras destinadas exclusivamente para el ámbito cortesano. El lujo extremo de estos objetos hacía de ellos obras de contemplación cuya función estaría en relación con su exposición en ámbitos cortesanos e imperiales de índole ceremonial o litúrgica. Los objetos purpúreos estaban por tanto asociados al poder con connotaciones imperiales.

El Génesis de Viena, texto sagrado y obra secular de arte simultáneamente, está conformado por cerca de una centena de folios con un formato pictórico fijo donde la mitad superior de cada página está reservada para el texto mientras que el resto está dedicado a la miniatura. En este códice en concreto, las imágenes adquieren una importancia extraordinaria siendo incluso más relevantes que el propio texto ya que las miniaturas eran una adición crucial para las historias bíblicas de divulgación. Por tanto, para la creación del Génesis de Viena, es esencial la combinación de la naturaleza comunicativa de las imágenes visuales con la inclusión de temas bíblicos dentro de las formas narrativas aunque las páginas no contienen el texto completo del génesis.

  Esta miniatura que aquí se os presenta es el pasaje de Rebeca y Eliezer (Antiguo Testamento) con una escena doble en sentido narrativo mostrando la conocida prueba de los camellos. La lectura de la imagen debe realizarse de izquierda a derecha. Al comienzo se observa a Rebeca yendo a por el agua mientras que en la siguiente parte del conjunto se observa cómo Rebeca da de beber a Eliezer, personaje encargado de ir en busca de una esposa adecuada para Isaac, hijo de Abraham.  

BIBLIOGRAFÍA
CARLOTTO, K., The Emergence of the Vienna Genesis: Biblical Story Tellings as a Secular Practice. Early Medieval Art, 2013.
RODRIGUEZ PEINADO, L., Púrpura. Materialidad y Simbolismo en la Edad Media. Anales de Historia del Arte, 24, 2014, pp. 471-495.

 
María Álvarez Gómez
11 marzo 2016

domingo, 6 de marzo de 2016

Los Escipiones. Roma conquista Hispania




                                   LOS ESCIPIONES. ROMA CONQUISTA HISPANIA
                                                    Museo Arqueológico Regional
                                                      Alcalá de Henares (Madrid)




                                        
                                        Publio Cornelio Escipión "El Africano"


El período que se conoce como  Hispania Romana de la península ibérica, comprende entre 218 a.C., fecha del desembarco de los romanos en Ampurias y los principios del s. V, cuando entran los visigodos y sustituyen la autoridad de Roma. Hispania pasó a formar parte el Imperio Romano, pero no significó el abandono de las tradiciones que compartieron romanos, cartagineses e hispanos, todos eran portadores de una civilización mediterránea con orígenes en el Próximo Oriente y Grecia.
La exposición, da cuenta de la conquista de  Hispania por Roma por los Escipiones y el duelo que se estableció por  imponer la hegemonía entre ambos pueblos, acabando con la imposición hegemónica de los romanos.
Los romanos, encontraron en Hispania nuevas técnicas en las artes de la guerra y en el terreno ideológico y político los dirigentes romanos adoptaron formas del poder de la realeza ibérica de origen helenístico.
La exposición hace un recorrido a través de varias salas con un discurso de total inmersión en la Roma de los Escipiones. 
En primer lugar nos presenta una Roma aristocrática a través de una auténtica revolución cultural y política con sus ideales y modelos helenísticos.
Sigue con la acción imperial con la que se emprendió la conquista de Hispania y los desembarcos de los ejércitos romanos  con los primeros Escipiones en Ampurias (Alto Ampurdán) a la que se sumó Tarraco (Tarragona).
Otra gran parte es, la dedicada a Publio Cornelio Escisión Africano, que conquistó la capital de los cartagineses, Cartagena y expulsó a los ejércitos púnicos de Hispania e implantó Itálica (Sevilla).
La exposición continúa con la conquista de la Hispania interior por Escipión Emiliano, protagonista del acoso de Numancia.
Por último el discurso se centra en explicar el perfil ideológico de los Escipiones, la tradición ideológica romana y la incorporación de los modelos helenísticos a su cultura y la hispanización de hábitos y costumbres.
El recorrido histórico de los Escipiones termina con Augusto que gobernó entre el 27 a. C. y 14 y que acabó con la conquista de Hispania.

sábado, 5 de marzo de 2016

MUSEO CERRALBO


VISITA AL MUSEO CERRALBO
Fachada del Museo Cerralbo
 El Museo Cerralbo es un magnífico ejemplo de los palacios-museos o casas históricas. Fue concebido con una doble función, como vivienda y como museo, aspectos que hacen que sea una muestra del estilo de vida de la aristocracia madrileña de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
El fundador del museo es don Enrique de Aguilera y Gamboa (1845-1922), XVII marqués de Cerralbo, aristócrata que destacó por su labor en la política (defensor del Carlismo en España), en la arqueología (participando directamente en diversos yacimientos) y el coleccionismo (la casa-museo contiene infinidad de obras de arte de multitud de tipologías). En 1922, tras la muerte del Marqués, el museo pasó a formar parte de los Museos Nacionales y desde entonces, el palacio se conserva con la ambientación original, motivo por lo que obtuvo una medalla de los Premios Europa Nostra en el año 2008.
La visita del conjunto comienza en el Gran Portal donde se encuentra la Escalera de Honor con acceso a las estancias de verano y de invierno. Esta escalinata destaca por la balaustrada, la barandilla en hierro forjado y los peldaños de mármol en cuyas paredes se encuentra el escudo de armas del marqués de Cerralbo (con los emblemas de los Pacheco y de la familia de su esposa).
Escalera de Honor
El ala de verano está ubicada en el piso entresuelo del palacio donde se encuentran las habitaciones privadas de los marqueses de Cerralbo y sus hijos, estancias por tanto de uso doméstico.
El recorrido museográfico nos conduce al denominado Recibimiento de verano y a una galería con acceso al jardín y a las estancias de esta zona: el pasillo-corredor, el Salón Rojo, el Salón Amarillo, el Salón Rosa y el Dormitorio del marqués de Cerralbo (contiene muebles del estilo imperio y cuadros con retratos de los linajes). En los tres salones encontramos el despacho del marqués, el gabinete de verano de la marquesa y un comedor para la época estival con acceso a ambas salas y decoración de entelado. Estas estancias están profusamente ornamentadas con estatuas de diversos personajes, fotos familiares, mobiliario del estilo imperio y jarrones de estilo chinesco pues estas eran zonas de reuniones de los marqueses, incluso se conservan los teléfonos y los relojes de diversas manufacturas como la fábrica de la Granja. Finalmente, concluyendo con esta parte del recorrido, destacaremos el pasillo-corredor ya que es un clarísimo ejemplo de la ideología política del marqués como seguidor y defensor del Carlismo, muestra de ello es un cuadro con el lema carlista “Dios, Patria y Rey”. 
Salón Estufa
Continuamos nuestra visita por el ala de invierno, situada en el piso principal del museo. El recorrido nos conduce a la sala de la Armería donde encontramos una ambientación propia del coleccionismo compulsivo con más de cuatrocientas piezas (panoplias, armas y armaduras). Desde la sala de la Armería se accede a la Sala Árabe con objetos procedentes de Japón, Filipinas, Marruecos o Nueva Zelanda. Finalmente, esta zona termina en el Salón Estufa, una sala con una colección de obras de arte más especializada en la arqueología donde hay multitud de piezas interesantes: martillos de minero (utilizados por el propio marqués en los yacimientos), vasos campaniformes, vasos de cerámica griegos, ánforas romanas, fíbulas, espadas celtibéricas…
Nuestra visita continua atravesando el llamado Pasillo de Dibujos donde, como su propio nombre indica, contiene dibujos originales (realizados por artistas italianos, franceses y españoles) y copias de obras clásicas. Antiguamente, este pasillo estaba comunicado (a través de la escalera interior) con la cocina del sótano por lo que el pasillo también tiene acceso al Comedor de la Gala, precedido por tres antesalas. La primera de ellas es la Sala de Columnitas que contiene esculturas de piedra y bronce y una gran cantidad de pequeñas columnas a imitación del estilo clásico romano. A continuación, el Salón Vestuario destaca por la colección de espadas y por la banda superior de las paredes con un cuadro a imitación de la obra de Mantegna en Mantua con personajes que parecen estar contemplando la actividad del marqués. Finalmente, la última de las antesalas es la Salita Imperio decorada al estilo napoleónico. 
Comedor de la Gala
Continuamos por el Comedor de la Gala, decorado con abundante pintura naturalista, bodegones y floreros, todo ello en torno a la mesa central de grandes dimensiones. A través de este comedor se accede al Salón Billar y al Salón Chaflán con pinturas costumbristas en las propias paredes donde podemos apreciar la influencia del arte barroco en los trampantojos. Este salón se comunica tanto con un corredor como con el Despacho, lugar para la recepción de los visitantes del marqués con diferentes muebles de estilo imperio y una imponente chimenea. Tanto desde el corredor como desde el despacho podemos visitar la Biblioteca con una perfecta catalogación de todo el material en dos plantas, todo ello en base a la función doctrinal de esta estancia; aquí encontramos una amplia colección, desde sellos y medallas hasta la propia Biblioteca histórica con más de diez mil obras (arqueología, historia, manuscritos, numismática, literatura, política…). 
Salón de Baile
Finalmente, nuestro recorrido concluye atravesando el corredor para llegar al Salón de Baile al que se puede acceder desde estas galerías o desde la propia Escalera de Honor por la que hemos ascendido anteriormente. En el Salón de Baile debemos destacar, por una parte, la tribuna de los músicos en un nivel superior y, por otra parte, en las paredes de la sala, la gran presencia de los espejos venecianos que otorgan profundidad a la estancia, combinados con sedeas, mármoles y estucos.
Jardín del Museo Cerralbo
Una vez hemos recorrido tanto el piso entresuelo como el piso principal concluimos nuestra visita en el Jardín donde encontramos una recreación del tipo de jardín arqueológico en el Renacimiento (decoración de copias escultóricas) como centro de la vida cultural y social del marqués (lugar de reunión y tertulia). Por ello, en el jardín encontramos un quiosco de música y un edificio anejo donde el marqués guardaba piezas arqueológicas junto a una biblioteca de apoyo donde se conserva la correspondencia de cartas, gracias a lo cual podemos reconstruir la historia de la arqueología y del arte como la creación de las primeras cátedras de historia del arte. 



María Álvarez Gómez
5 marzo 2016