FÍBULA DE ORO ETRUSCA.
TUMBA REGOLINI-GALASSI. CERVETERI.
TUMBA REGOLINI-GALASSI. CERVETERI.
Iniciamos esta
nueva sección sobre la imagen de la semana en relación con los artículos, ya
publicados, referentes a la arqueología y el coleccionismo.
La pieza escogida en esta ocasión es
una fíbula realizada en oro (Fig. 1), perteneciente al periodo orientalizante etrusco, encontrada
en la tumba principesca Regolini-Galassi (Fig.2), en Cerveteri (Italia).
(Fig. 2) http://mv.vatican.va/4_ES/pages/MV_Home.html |
Con el fin
de ubicarnos históricamente y de comprender la importancia de esta obra, destacaremos
varios aspectos determinantes, pues la pieza está datada en una de las etapas
más antiguas de nuestra historia: el Periodo Orientalizante Etrusco, conocido también
como Periodo de las Tumbas Principescas (siglo VII a.C.).
El motivo
para que los historiadores hayan utilizado esta denominación es debido a los
monumentos y piezas encontradas: las tumbas principescas (pertenecientes a lucumones o príncipes etruscos) y los ajuares procedentes de ellas. Por una parte, es necesario destacar la
importancia de estas tumbas como elementos constructivos: marcan un hito
en la evolución cultural pues influyen en la clasificación histórica-artística, caracterizando
este periodo como un tránsito entre la cultura villanoviana 2 (siglo VIII a.C.)
y la etrusca (siglo VII a.C.). Por otra parte, en cuanto a los ajuares, es del
mismo modo relevante señalar que, arqueológicamente, nos ayudan a datar los
yacimientos en los que se encuentran.
En cuanto a la
pieza en sí misma, y para una mejor comprensión de esta temática, es preciso
conocer la función de las fíbulas en el periodo de las tumbas principescas. En
su origen, estas fíbulas eran simples broches como elemento de sujeción para la
vestimenta. Sin embargo, progresivamente se fueron convirtiendo en objetos
ornamentados muy valorados realizados en nobles materiales como la plata y el
oro.
Ejemplo de ello es la pieza que nos
ocupa, caracterizada por sus grandes dimensiones (en relación con su función), el
material utilizado y la importancia de la ornamentación, aspectos de los que
nos ocuparemos a continuación.
(Fig. 1) https://www. oronoz.com |
Por tanto, el primer aspecto a tratar es el tamaño de la fíbula, lo que tenemos que relacionar inevitablemente
con la doble función que este tipo de
piezas podían tener asumiendo como premisa que su cualidad principal era reflejar
la elevada situación social de su propietario. Por una parte, el hecho de haber
encontrado tantas fíbulas en los enterramientos hace pensar en una posible
función funeraria como elementos que se ponían sobre los cadáveres, acción que
se corresponde con el ritual etrusco llevado a cabo en las tumbas. Por otra
parte, se tiene constancia de que las fíbulas eran utilizadas en vida de sus
propietarios como adornos que reflejaban su poderío. Ahora bien, en este caso y
debido a las dimensiones de la pieza, lo más probable es que se utilizase como
elemento funerario ya que resulta difícil pensar que el propietario de la
fíbula pudiese realizar sus actividades diarias con ella. Debido a ello, es necesario destacar las
tres partes principales de la pieza que coinciden, en cierto modo, con la disposición
de un cuerpo yacente: la parte superior, de mayor tamaño, ocuparía el torso; la
central, con dos franjas, cubriría la cintura y la franja inferior, con forma
oval, quedaría a la altura de las piernas.
En cuanto al material, la fíbula está por completo realiza en oro, lo que
corrobora la alta posición social de los propietarios de la tumba
Regolini-Galassi. Asimismo, el hecho de que la pieza esté realizada en dicho
material nos puede servir para relacionarlo con el ajuar de la tumba pues junto
a esta obra se han encontrado objetos igualmente de oro como un
pectoral de grandes dimensiones y unos pendientes ornamentados con figuras
realistas y decoraciones geométricas.
El último de los aspectos a tratar está en relación con la importancia de
la ornamentación. Es por tanto momento de recordar los aspectos abordados anteriormente
sobre las diferentes partes que configuran esta pieza en base a su función, sin
embargo, ahora aludiremos a ellas para comentar su decoración. Estas tres
zonas, bien diferenciadas entre sí, se caracterizan por unos elementos propios.
En la parte superior de la pieza se encuentran distintos tipos de
representaciones: dos bandas ovaladas concéntricas decoradas con motivos geométrico-vegetales
y un conjunto de cinco animales con apariencia de felinos en lo que podríamos denominar bajo relieve. A continuación, en la
parte central, destacamos las dos franjas con decoraciones entrelazadas lo que refleja la minucionisdad del autor de la obra. Finalmente,
en la parte inferior, decenas de representaciones realistas de animales en bulto redondo con una disposición vertical
y ascendente corroboran la admirable labor del artista.
Concluimos así nuestro acercamiento a la cultura etrusca esperando haber
acercado al lector a este periodo histórico-artístico tan lejano en el tiempo
pero tan representativo de los orígenes de nuestra cultura occidental.
BIBLIOGRAFÍA
BECATTI, C., La época clásica, Madrid, Edaf.
ELVIRA BARBA, M. Á., Arte clásico, Madrid, Historia 16, 1996.
ELVIRA BARBA, M. Á., Etruria y Roma republicana, Madrid, Historia 16.
María Álvarez Gómez
18 febrero 2016
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