“Mujeres de Roma”, es una exposición organizada por Caixa Fórum en colaboración con el Museo del
Louvre en la que se trata la representación de la mujer en las villas romanas.
La mujer romana, era considerada inferior según las leyes y permanecía siempre
como una menor sujeta a la autoridad del padre y cuando contraía matrimonio del
marido. Vivía apartada de la vida cívica, reducida a un papel subalterno, como
esposa y madre. De esto algo yo sabía por mis estudios de Derecho Romano (en 1º
de carrera) así como de su proyección en nuestros derechos nacionales (por lo que se
refiere a España, la situación de inferioridad de la mujer con respecto al varón
llega hasta mediados del siglo XX).
La exposición está dividida en espacios que recrean los
distintos contextos en los que se desarrolla la imagen de la mujer romana así
como los conceptos y figuras asociadas a su representación. Son un total de 178
piezas procedentes de las "colecciones del Museo del Louvre", algunas restauradas
para la ocasión y que se corresponden cronológicamente con los siglos I a.C. y
I-II y III d. C.
Vamos con la primera sala, en el hogar romano, eran
representaciones de ancestros femeninos que protegían y presidian la casa. En
la plaza pública eran familiares del emperador o mujeres sobresalientes como
benefactoras, sacerdotisas o participantes en ceremonias públicas.
La segunda sala está dedicada a la representación de la mujer
romana como esposa y madre.
La sala III versa sobre la mujer y lo sagrado. En las casas
romanas eran frecuentes las imágenes de diosas del panteón sagrado: Ceres,
Juno, Minerva, Diana o Venus.
La sala IV está dedicada a las fuerzas de la Naturaleza. La
representación de la mujer se encontraba vinculada con la fatalidad, la
prosperidad o los ciclos en virtud de la fuerza natural de ella dimanante.
La sala V está dedicada a la seducción física y presidida por
el grupo de Las tres Gracias (siglo II d.C.) que exhiben ante el espectador la
perfección de sus cuerpos. También las musas, que eran nueve: Clío (historia),
Talía (comedia), Melpómene (tragedia), Erato (poesía lírica o amatoria),
Terpsícore (danza), Polimnia (himnos), Urania (astronomía), Calíope (poesía
épica) y Euterpe (música). Las musas eran conducidas por Apolo Musageta, jefe
de las musas.
La sala VI está dedicada a los distintos rostros de Venus,
diosa muy venerada en Roma y que debía tener muchos otros rostros con los que
aparece en estatuas, Venus y Eros (siglo III d.C.), estatuillas, como la de una
Venus Anadiomena (saliendo de las aguas), paneles de mosaico, uno con el juicio
de Paris.
La sala VII se dedica al mundo dionisíaco. El culto de
Dionisos (el Baco romano) lo celebraban principalmente mujeres (las bacantes o
ménades) por la noche y en las montañas.
La sala VIII. Mujeres y monstruos, con una sorprendente
escultura de Hermafrodito (siglo II d.C.) y un relieve que me parece muy bello de la
Gorgona.
Y la última sala, sobre visiones moderna de la mujer romana,
con una pieza excepcional, la escultura de la musa Polimnia, copia romana de un
original griego reconstruida en el siglo XVIII por el artista italiano Agostino
Penna.
En la
exposición no se puede hacer fotografías (la que se acompaña está tomada de
Google); por eso, al redactar esta entrada me he fiado de mi memoria, que ya va
flaqueando, y de las notas tomadas en mi libreta.
Andrés Molina
López
15 febrero 2016
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